Cicle a La Base: Construcció d’Autonomia a Europa: 1. La constitució d’una força local a França.
Dimarts 25 de Febrer a las 21 h. a La Base.
C/ de les Hortes, 10. Poble Sec, Barcelona. <M> Paral·lel
En unos tiempos revueltos como los que nos ha tocado vivir se impone una tarea: pensar juntas. Empezamos conversando con una experiencia en el centro de Francia que lleva casi 10 años en marcha. Desde allí nos escribieron:
“La paradoja del presente se basa en que el odio del capitalismo está casi tan difundido cuanto son débiles las tentativas para deshacerse de él. Nadie sabe bajo qué forma dedicarse. Todas las formas de organización surgidas del movimiento obrero se han convertido en formas de gobierno, y las formas débiles, horizontales, fluidas, en red, se han revelado como efectivamente vanguardistas, pero como vanguardias de la gestión (management) no de la subversión. Lo que hemos perdido, en treinta años de contra-revolución, es el vínculo entre organización y potencia. Para quien se organiza, la potencia nace de la relación mantenida entre tres dimensiones: la dimensión espiritual, la dimensión guerrera y la dimensión material. Todo movimiento revolucionario potente ha mantenido siempre unido el elemento teórico y de imaginación, la capacidad física de enfrentamiento y la riqueza de medios materiales. Estas tres dimensiones se han compuesto entre ellas de manera diversa en el tiempo y en el espacio, dando nacimiento a formas, a sueños, a fuerzas, a historias cada vez singulares y situadas, a relaciones decisivas. Pero cada vez que una de estas dimensiones ha perdido contacto con las otras, el movimiento ha degenerado en vanguardia armada, en secta de teóricos o en empresa alternativa. Si hay una salida a la impotencia presente, ésta consiste, ahí donde nos encontramos, en reconectar, en retejer esos diferentes elementos. La descomposición social en curso libera por todas partes energías, pensamientos, medios, vidas que aspiran a sumarse a este tipo de horizonte de potencia. Todo está entonces por reinventar, pero con esta atención constante.”
Organizarse en todo lugar, por todas partes, constituir una fuerza para la secesión colectiva respecto al mundo capitalista. Construir autonomía es constituir un mundo, es decir, otra manera de vivir aquí. Una manera de vivir, de tratarse, de cuidar de sí y de las demás, una manera de construir y de luchar, de sentir, de amar. Cumplir este objetivo no significa construir alternativas sino convertirse en revolucionarios.